En primer lugar, la abogada se cita con la persona para detectar el problema a solucionar y el contexto de la misma. A raíz de este encuentro y con sus conocimientos, puede poner en marcha diversas actuaciones en función de las necesidades de la persona beneficiaria.
Desde la tramitación de distintos arraigos según la situación, proceso de homologación de títulos hasta la obtención de nacionalidad, hasta varios procesos al mismo tiempo para que la persona inmigrante esté acompañada en el difícil proceso burocrático donde se encuentran. También se le apoya en el pago de las tasas y en las inscripciones a los exámenes de la nacionalidad, ya que nos encontramos en muchas ocasiones una brecha digital hacia distintos trámites, además del desconocimiento por parte de los beneficiarios/as al estar en un país desconocido y diferente.
En definitiva, la profesional los asesora y acompaña en todos los pasos a seguir hasta conseguir la resolución de la problemática de cada uno, además de siempre estar actualizada para la modificación y aplicación de las leyes y cómo proceder ante ellas.

